[Foto: João Milet Meirelles]

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jueves, 26 de agosto de 2010

GIMÉNEZ / CUENYA, Argentina Superpotencia

En el año 2208 la Peste Trasca arrasa el planeta y los únicos sobrevivientes son - increíblemente - los argentinos. El mundo había cambiado. La Era Intergaláctica estaba ahora dominada por los argentinos, con todo lo que ello conlleva: naves espaciales criollas atadas con alambre, capitán de camiseta y gorro de lana, cimarrones que van y vienen, el ocio es ley, a flor de labio el léxico callejero... ciencia-ficción cartonera salpimentada con guiños intertextuales (William Blake, Xul Solar, La naranja mecánica según Stanley Kubrick, etc.).

Protagonizan esta historia, entre otros, dos heroicos antihéroes: el Capitán Anónimo y el Sargento Jerónimo Peralta, un perro AGA - Animal Genéticamente Alterado -, con el don del habla y coeficiente intelectual mayor o igual al humano (obviamente tiene derecho al voto en la Nueva Argentina Libre, Justa y Soberana), ambos, tripulantes de la nave Diego Armando Maradona de transporte comercial. Los villanos: El Consejo Newton, encabezado por el Comandante Superior Gerente Fausto Fernández, secundados por un ejército de Seriales, cipayos de lo correcto. Es el enfrentamiento entre el ser como debe ser (el dominio del Consejo Newton) y el ser como es (la resistencia encarnada por el Capitán Anónimo y su ayudante); lo cual expresa una reformulación de un viejo antagonismo - o vieja zoncera -: civilización vs. barbarie.

El libro, con guión de Héctor R. Cuenya y dibujos de Juancho Giménez, consta de tres partes: "Capítulo I: La Rebelión del Consejo Newton, Parte 1: Los argentinos son eternos", "Capítulo I: La Rebelión del Consejo Newton, Parte 2: La ley del menor esfuerzo" y "Capítulo I: La Rebelión del Consejo Newton, Parte 3: El grito sagrado". Fue publicado por milena caserola y presentado el 30 de julio en la Biblioteca Nacional de la República Argentina. En dicha presentación el guionista comentó: "El territorio de estas páginas es un lugar de comunidad, de objetos que rodean nuestra vida cotidiana, del ingenio de la pobreza (aprender a ser pobre, encontrar el rebusque, encontrarle la vuelta) y, obvio, el pop está omnipresente, cual banda sonora: la cultura de masas, los ídolos, el santoral de los grasas, Andy Warhol, la película de La guerra de las galaxias."

Tenemos el privilegio de compartir en exclusiva ARGENTINA SUPERPOTENCIA - Capítulo I: La Rebelión del Consejo Newton.

Capitán Anónimo says: "Tenemos las armas más letales: astucia, imaginación y audacia".

Giménez & Cuenya - ARGENTINA SUPERPOTENCIA
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PARA AMPLIAR

CUENYA, Héctor R.: "Algunas ideas y/o imágenes sobre Argentina Superpotencia". En lordcheselin.blogspot.com.

DIARIO La Opinión Austral (jueves 1 de julio 2010): "El Rincón muestra historieta 'Argentina Superpotencia'". En laopinionaustral.com.ar.

DIARIO La Opinión Austral (sábado 10 de julio 2010): "De dibujos y antihéroes". En laopinionaustral.com.ar.

lunes, 23 de agosto de 2010

FOGWILL, Una dedicatoria


Santa Fe de la Vera Cruz, viernes 14 de agosto de 2009, Sala Saer del Foro Cultural Universitario. En el 5º Argentino de Literatura, Ana María Camblong nos hace reír y reflexionar sobre la escritura de Fogwill. Fogwill la escucha atentamente y cuando ella termina su lectura, él abandona su butaca y escala los peldaños del auditorio dando zancadas, trastabilla, cae de rodillas y como impulsado por resortes vuelve a ponerse de pie puteando por lo bajo. "No pasa nada, sigan no más", nos ordena, y desaparece por la puerta de salida. Finalizada la mesa de expositores, me acerco a saludar a Ana, y Fogwill reaparece detrás de mí interponiéndose sin pedir permiso. "Esto es para vos", le dice y le alarga un papelito escrito, como esas cartitas que se envían de banco a banco dos chicos de secundaria. Ana le agradece y le preguntamos: "¿Se lastimó cuando cayó?". "¡Sí! Mirá, me sale sangre", nos responde y levanta la botamanga de su corderoy para ostentar una rodilla lastimada. No estaba en mis planes hacerlo en esas circunstancias, pero le solicito que me firme un ejemplar de Partes del Todo. Él toma el libro en sus manos y mirando la tapa me espeta: "¿Qué hacés con esta mierda?" Yo esgrimo en mi defensa: "Este libro a mí me gustó mucho, además lo tengo muy asociado a una época de mi vida". "Bueno - me corta, sin dar importancia a lo que digo - ¿qué querés que ponga?" Eso ya era demasiado para mí. Siguiéndole la corriente sarcástica le digo señalándole la pierna: "Yo quiero que me lo firme con sangre". Recién entonces pareció tomarme en serio. Levantó de nuevo la botamanga, selló la dedicatoria con su rodilla herida, la firmó y agregó: "Chupá". Nos reímos y salimos juntos hacia el hall. Fue la primera y última vez que traté a Fogwill en persona. Desde entonces, tengo el curioso privilegio de atesorar en mi biblioteca una muestra de esa sangre, que - glóbulos más, glóbulos menos - sirvió de combustible para encender su mente e impulsar el trazo de su escritura.

El fin de semana pasado el autor de Los Pichiciegos terminó de ser aspirado desde un vacío del tiempo. Nos dejó su palabra-imagen-eco-silencio, no como legado solemne, sino como parte de sí, con todo lo bueno y todo malo de un ser humano que elijió ser un caminante de las letras.


VERSIÓN (DE SENTIMIENTO DE SÍ)

Voz que creada de sí, gritando a nada
vuelves a aparecer intercalada
aquí en mi voz grabando tu cadencia:
eco que canta donde me silencia.

Eco que me silencia y me revela
eco que es yo, que fui y que me desvela
habitándome aún con oraciones
que forman mi razón: sus omisiones.

Misión de oír y de escuchar latidos
de tantos muertos que en la voz habitan
(Se repite en mí cuando los mido
midiendo estas palabras que los citan)
.
Yo estoy entero aquí, pero partiendo
frases que dividen y no entiendo.

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