[Foto: João Milet Meirelles]

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martes, 4 de diciembre de 2012

FRIDA KAHLO: La pintura me completó la vida


FRIDA KAHLO
El Abrazo de Amor del Universo, la Tierra (México), Diego, Yo y el Sr. Xolotl (1949).
Óleo sobre lienzo. 70 x 60,5 cm. 
Colección de Jacques y Natasha Gelman.
Ciudad de México, México.

Después de pasar un año enyesada en diferentes corsés comencé a frecuentar la Secretaría de Educación donde Diego estaba pintando sus murales. Yo tenía inquietud tremenda por pintar al fresco. Le mostré a Diego los trabajos que había hecho y me dijo: "Su voluntad tiene que llevarla a su propia expresión". Entonces comencé a pintar cosas que le gustaron. Desde entonces me admira, me quiere. Durante muy poco tiempo me adherí a su pintura. Después me esforcé porque estuviera bien hecha, clara. Los tres primeros cuadros que pinté tienen los temas habituales en Diego: una mujer hincada, un niño sentado en un banco, una mujer sentada en una silla de palma. De los cuadros que pinté los que más me gustan son: La nodriza y yo, El abrazo de amor entre el universo, la tierra, yo y Diego, y el retrato de la madre del ingeniero Morillo Safa.

FRIDA KAHLO
Mi Nana y yo (1937).
Óleo sobre metal.
30,5 x 37 cm.
Museo Dolores Olmedo Patiño.
Ciudad de México, México.

Mi primera exposición se llevó a cabo en la Galería Julien Levy, de Nueva York, en 1938. El primer cuadro que vendí lo adquirió Jackson Phillip. El ingeniero Morillo Safa adquirió la mayor parte de mi producción.

FRIDA KAHLO
Retrato de Doña Rosita Morillo (1944)
Óleo sobre lienzo montado sobre masonite. 75,5 x 59,5 cm.
Colección de Dolores Olmedo Patiño.
Ciudad de México, México.

Mis cuadros están bien pintados, no con ligereza sino con paciencia. Mi pintura lleva dentro el mensaje del dolor. Creo que, cuando menos, a unas pocas gentes les interesa. No es revolucionaria, para qué me sigo haciendo ilusiones de que es combativa; no puedo.

La pintura me completó la vida. Perdí tres hijos y otra serie de cosas que hubieran llenado mi vida horrible. Todo eso lo sustituyó la pintura. Yo creo que el trabajo es lo mejor.


Relación autobiográfica recogida por Raquel Tibol en 1953.
Raquel Tibol: Frida Kahlo. Una vida abierta. 
México, D. F.: Universidad Nacional Autónoma de México, 2002, pp. 62-63.

~ · ~

2 comentarios:

patricia dijo...

que bello pero que bello!!!
volver a Frida es siempre introducirse enla espesura de la belleza
Gracias Diego

Diego E. Suárez dijo...

Gracias a vos, Patricia. Un placer tenerte por acá.

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